Un hombre argentino con 26 años de casado y dos hijos se divorció de su esposa porque ya no se entendían, pero después de un par de años su vida cambió completamente al mudarse de casa.
Cuando se cambió de hogar, Marcelo conoció a su vecino Pela, el cual comenzó siendo su amigo y más tarde se enamoró de él. Una noche cuando salieron a cenar le confesó un secreto.
Pela le dijo a Marcelo que estaba enamorado de él, a lo que fue correspondido y comenzaron una relación, pero lo mantenían oculto, pues Marcelo estaba pasando por el proceso de divorcio y sus hijos no sabían nada de la relación entre ellos.