Un hecho curioso, pero que ha generado comentarios en el gremio periodístico, fue lo ocurrido durante el corte de listón del Mérida Restaurant Week, cuando algunos reporteros expresaron su inconformidad porque se hizo una distinción en la comida que se ofreció al término de la llamada “tercera rueda de prensa” del mismo evento.
La molestia no pasó desapercibida: mientras un sector de invitados recibió atención preferencial en la degustación, a otros integrantes de los medios no se les ofreció lo mismo, lo que derivó en quejas en pasillos y comentarios posteriores en redes y chats internos.
Tres ruedas de prensa para un mismo evento
Cabe recordar que el Mérida Restaurant Week, que se ha convertido en uno de los escaparates gastronómicos más esperados de la ciudad, ya había tenido dos encuentros previos con medios de comunicación, en los que sí se ofrecieron alimentos de manera gratuita. En esos casos, no hubo mayor inconformidad, pues la atención fue pareja y los asistentes salieron satisfechos.
Sin embargo, en esta tercera ocasión –más protocolaria por la realización del corte de listón– la diferencia en el trato fue suficiente para desatar comentarios negativos.
Una queja que revela otra realidad
Lo llamativo del caso no es solo la distinción en sí, sino el enfoque que tomó el reclamo de los reporteros, quienes pusieron el acento en la falta de equidad en el trato con la comida, en lugar de centrar su cobertura en el evento gastronómico y su relevancia para la economía local.
Más allá de que se trate de un detalle menor o de una falta de organización de los anfitriones, lo cierto es que la discusión puso sobre la mesa una cuestión más profunda: la relación entre los medios y los eventos que cubren, y la dependencia –real o percibida– de ciertos “incentivos” para dar difusión.
El antecedente de las posadas
Algunos veteranos del gremio señalan que lo ocurrido no es nuevo y lo ponen como antesala de lo que sucede cada diciembre con las posadas, donde la asistencia de ciertos periodistas a eventos sociales, políticos o institucionales suele estar marcada por lo que se reparte, más que por lo que se informa.
“Ahí está el verdadero enfoque: si vas a cubrir un evento, lo haces porque es tu trabajo, porque te mandan o porque quieres conseguir información. No porque te van a dar comida o un convenio”, reflexionó uno de los asistentes.
Entre el oficio y el beneficio
La queja por el trato desigual en el Restaurant Week deja ver una contradicción en el gremio reporteril: por un lado, se demanda respeto y mejores condiciones laborales; por otro, persiste la costumbre de valorar más lo que se recibe en especie que la importancia periodística de la cobertura.
En medio de la creciente importancia del evento gastronómico para Mérida, lo que queda como anécdota es que, en vez de resaltar los beneficios económicos y turísticos que traerá la edición 2025, el ruido se generó porque algunos reporteros sintieron que se quedaron con hambre… de trato igualitario.