Ricardo Baeza Urcelay, conocido como “Taco de Ojo”, denunció en un video difundido en sus redes sociales que fue víctima de un intento de ejecución presuntamente ordenado por la gobernadora de Campeche, Layda Sansores San Román. Según el comediante, los sicarios que lo atacaron le propinaron 23 puñaladas mientras le decían: “No te metas con Layda”.
El ataque ocurrió el sábado 23 de marzo en Mérida. “Taco de Ojo” narró que los agresores, contratados desde Campeche, lo emboscaron y le infligieron 23 heridas con un arma blanca, dejándolo moribundo en su vehículo. A pesar de la gravedad de sus heridas, el comediante sobrevivió y ahora ha decidido hacer pública su experiencia.
En su video, “Taco de Ojo” detalló que la agresión fue una represalia por una serie de videos que había subido, criticando la situación de los policías en Campeche. Según las investigaciones preliminares, cuatro personas estuvieron involucradas en el ataque, dos de las cuales ya han sido detenidas y recluidas en el Cereso de Mérida, mientras que los otros dos implicados siguen prófugos.
El comediante señaló que, aunque no puede acusar directamente a Layda Sansores, las pruebas apuntan a que la orden de atacarlo provino de Campeche. Subrayó que la frase “No te metas con Layda” fue utilizada por los agresores, lo que sugiere una conexión directa con la gobernadora. Además, “Taco de Ojo” afirmó que jóvenes del equipo de redes sociales de Morena en Yucatán también estuvieron involucrados, proporcionando información sobre su paradero.
“Taco de Ojo” también reveló que había rechazado ofertas de dinero para unirse a una “campaña negra” contra Renán Barrera, candidato a la gubernatura de Yucatán por la coalición PAN-PRI-PANAL. Días antes del ataque, estos mismos jóvenes insistieron en conocer detalles sobre sus movimientos y actividades, lo que despertó sus sospechas.
El comediante hizo un enérgico llamado a defender la libertad de expresión en Yucatán, enfatizando que no se debe permitir que las agresiones y amenazas silencien a los comunicadores. “No es posible que gente de otros estados entre a Yucatán a hacer este tipo de situaciones. No podemos permitir que se corte la libertad de expresión”, concluyó.
Este incidente resalta los peligros que enfrentan quienes critican a los poderosos y pone en evidencia la persistencia de la corrupción y la violencia en la política mexicana.