Una mujer en Estados Unidos ha recuperado la capacidad de comunicarse oralmente tras casi dos décadas de silencio, gracias a un innovador implante cerebral que traduce los pensamientos en palabras en tiempo real. El avance representa un hito en la neurotecnología y la medicina, y abre nuevas posibilidades para millones de personas con discapacidades del habla.
La paciente, que sufrió un derrame cerebral en el tronco encefálico a los 30 años, había perdido completamente la capacidad de hablar. Sin embargo, un equipo de científicos liderado por Kaylo Littlejohn, ingeniera informática de la Universidad de California en Berkeley, desarrolló una interfaz cerebro-computadora que ahora le permite expresarse con una voz sintetizada generada a partir de sus pensamientos.
El dispositivo, descrito como una neuroprótesis de comunicación, trabaja a partir de la actividad de la corteza sensoriomotora, la región del cerebro involucrada en la planificación y ejecución del habla. Durante la investigación, la paciente fue entrenada para pensar en 100 oraciones seleccionadas de un vocabulario superior a mil palabras. Lo sorprendente: no necesitó intentar vocalizar nada, solo imaginar las palabras.
El sistema analiza su actividad cerebral en lapsos de 80 milisegundos, decodifica la señal y genera una versión digital de su voz original, reconstruida a partir de grabaciones previas al accidente. La tecnología no solo puede transformar pensamientos en palabras, sino hacerlo de manera continua e indefinida.
“Diseñamos y utilizamos modelos de redes neuronales recurrentes de aprendizaje profundo para lograr una síntesis de voz fluida, inteligible y personalizada con la voz de la participante antes de la lesión”, explicaron los autores en su publicación científica.
Además del uso de un vocabulario amplio, el equipo también implementó un sistema de frases más reducido, con 50 expresiones comunes, para facilitar respuestas rápidas en conversaciones cotidianas. En ambos casos, los resultados fueron positivos y altamente funcionales.
Los investigadores aseguraron que el modelo puede operar sin interrupciones y sin necesidad de conexión constante, lo que permite un uso fluido y más natural de la tecnología, aunque aún debe superar desafíos antes de ser considerado clínicamente viable para uso general.
Este tipo de desarrollos representa una esperanza para personas que han perdido la capacidad de hablar debido a enfermedades neurológicas, traumatismos o parálisis. Si bien aún está en fase experimental, el estudio marca un paso determinante hacia la integración de tecnología y mente para restaurar funciones humanas esenciales.
El caso de esta paciente demuestra que es posible recrear la experiencia del habla a través del pensamiento, ofreciendo no solo una nueva herramienta de comunicación, sino también una vía para recuperar la identidad personal a través de la voz.