Diversas fuentes confiables confirmaron que el director de la Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Yucatán (Japay), Francisco Torres Rivas, sería removido de su cargo a más tardar entre finales de este año y los primeros días de enero de 2026, como parte de los reacomodos que se estarían realizando al interior de la administración estatal.
Según la información recabada, ya se llevan a cabo trabajos internos relacionados con la posible salida de Torres Rivas, lo que incluye la revisión y análisis de números, cuentas y contratos gestionados desde que asumió la dirección de la paraestatal. Estas evaluaciones habrían sido ordenadas para preparar un eventual cambio en la conducción del organismo.
Trascendió que el propio funcionario habría comentado a su círculo de confianza, durante una reunión privada, que “todo indica” que dejará el cargo por instrucciones superiores en un corto plazo. Dichas declaraciones habrían circulado entre personal de distintas áreas, alimentando la expectativa de su inminente salida.
De confirmarse el relevo en enero próximo, Torres Rivas recibiría sin contratiempos su salario, aguinaldo y demás prestaciones correspondientes, según señalaron trabajadores consultados. Este movimiento también marcaría, según empleados, la retirada de uno de los últimos perfiles vinculados al anterior gobierno estatal.
Entre quienes resentirían el cambio se encuentra el secretario general del sindicato de trabajadores de la Japay, Manuel Barrera Garrido, cuya influencia —afirman fuentes internas— disminuiría de manera significativa si se concreta la remoción del actual director.
En el organismo, el rumor del próximo relevo es ampliamente conocido por jefes, gerentes, coordinadores y personal operativo. Varios empleados incluso manifestaron su deseo de que el cambio se realice cuanto antes, pues consideran que permitiría iniciar un proceso de depuración interna y una mejora en el servicio, el cual califican como deficiente en su estado actual.

