A partir de hoy, la zona arqueológica de Mayapán, ubicada en el sur del Estado, permanecerá cerrada al público de manera indefinida, según la decisión tomada por la Asamblea Ejidal de Telchaquillo, municipio de Tecoh, donde se encuentra este importante sitio prehispánico. La medida se ha tomado como una forma de presionar al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para obtener una parte de los ingresos generados por las entradas a la zona arqueológica.
Desde las primeras horas de este martes, los ejidatarios bloquearon el acceso a la zona arqueológica en señal de protesta.
El comisario ejidal de Telchaquillo, Rusel Gregorio García Ávila, explicó que durante más de 40 años, el INAH ha estado explotando el sitio arqueológico sin que la comisaría de Telchaquillo haya recibido recursos por ello.
La zona arqueológica de Mayapán abarca una extensión de 19 hectáreas, y el ejido sostiene que le pertenecen. Según la página web del INAH, el costo de acceso a Mayapán es de 70 pesos.
El Ejido de Telchaquillo está compuesto por 287 ejidatarios y actualmente posee más de 4,000 hectáreas de uso común.
El ex comisario ejidal, Eliseo Armando Pat González, señaló que “el INAH ha estado cobrando en Mayapán durante varios años, y los ejidatarios están gestionando esos recursos con el comisariado ejidal. Hace más de 40 años que están cobrando allí, hay más de 42,000 personas que ingresan al año, imagínese, hace 40 años”.
El pasado domingo, el Ejido de Telchaquillo llevó a cabo una asamblea ejidal en la que se decidió cerrar la zona arqueológica. El comisario ejidal, Rusel Gregorio García, mencionó que intentaron en varias ocasiones entablar un diálogo sin éxito con la delegada del INAH en Yucatán, Ana Goycoolea Artis.
Los ejidatarios también tienen conocimiento de que el INAH ha retirado piezas prehispánicas del sitio arqueológico en lugar de dejarlas en Mayapán o en Telchaquillo para la creación de un museo de sitio. Telchaquillo es parte de la Ruta de los Conventos en Yucatán, un conjunto de sitios históricos y culturales que atraen a turistas y amantes de la historia. El cierre de la zona arqueológica refleja la lucha por una distribución más equitativa de los beneficios generados por esta importante atracción turística.