Después de cinco meses de lucha incansable por parte de los familiares de Juan Carlos Balam Un, finalmente se llevó a cabo la exhumación y segunda necropsia de su cuerpo, arrojando un hallazgo que pone en duda la credibilidad y el actuar de la Fiscalía General del Estado de Yucatán (FGEY). La nueva necropsia ha revelado que el joven no murió de un infarto, como se dictaminó inicialmente, sino debido a un politraumatismo, lo que refuerza las sospechas de que fue víctima de un crimen violento durante un acto político en la comisaría de X-Bohom, municipio de Chankom.
Fiscalía bajo la lupa: Un diagnóstico que no convence
La Fiscalía de Yucatán había asegurado que la muerte de Juan Carlos fue consecuencia de un infarto, pero desde el inicio los familiares y habitantes de la comunidad de Xkopteil mostraron su inconformidad con estos resultados. Vecinos que estuvieron presentes en el incidente señalaron que el joven fue brutalmente golpeado por Roger Cime, exalcalde del municipio y esposo de la actual alcaldesa, Concepción Tamayo Noh. Según testimonios, el ataque ocurrió en un contexto de confrontación durante un acto de campaña, y muchos aseguraban que Juan Carlos era una persona sana, sin antecedentes médicos que justificaran un infarto.
Corrupción e impunidad en Chankom: un patrón preocupante
La nueva necropsia, realizada en las instalaciones del SEMEFO de Valladolid el pasado 15 de octubre, no solo demostró que la Fiscalía falló en su primer diagnóstico, sino que ha encendido alarmas sobre el posible encubrimiento de un crimen perpetrado por figuras políticas influyentes. El informe médico reveló que Juan Carlos falleció debido a múltiples lesiones graves, no por causas naturales. Este hallazgo apunta directamente hacia Roger Cime, señalado como el principal agresor, junto a otras personas que han sido identificadas por testigos.
Lo más preocupante es que este no es un caso aislado en municipios como Chankom, donde la mezcla de poder político y violencia ha sido una constante. Los testimonios de los vecinos no solo narran la agresión mortal a Juan Carlos, sino también cómo otros ciudadanos resultaron heridos en el mismo acto político, lo que subraya un clima de impunidad y corrupción arraigado en las altas esferas del municipio.
El papel de la justicia en entredicho
La exhumación y segunda necropsia se lograron gracias a la persistencia de la familia, asesorada por la abogada Patricia Beatriz Aguilar Pérez, quien llevó el caso ante la Juez de Control del V Distrito Judicial. Esta instancia judicial ordenó la exhumación y nueva necropsia, al encontrar fundamento en las inconformidades presentadas. A pesar de esto, el hecho de que la Fiscalía haya mentido inicialmente genera dudas sobre la objetividad y profesionalismo de la institución encargada de procurar justicia.
La comunidad de Xkopteil y los familiares de Juan Carlos no solo exigen justicia, sino que ahora esperan que se procesen a los responsables del crimen, empezando por Roger Cime y los demás involucrados.
Conclusión: Justicia tardía, pero no imposible
Este caso no solo evidencia las fallas en el sistema de justicia yucateco, sino también la urgencia de combatir la corrupción política que permite que figuras de poder se mantengan impunes tras actos violentos. La revelación de la verdadera causa de muerte de Juan Carlos Balam Un debe ser un punto de inflexión para garantizar que se castigue a los responsables y se fortalezca la confianza en las instituciones de justicia.
Este tipo de situaciones son inaceptables en un estado de derecho, y la comunidad de Chankom no descansará hasta ver justicia.