La presión pública y el desprestigio alcanzaron su punto crítico: el médico fue cesado por falta de ética profesional.
Mérida, Yucatán.— Luego de la indignación generada en redes sociales por la difusión de imágenes privadas de sus pacientes en un chat, el ginecólogo Jaime Quezada fue retirado definitivamente del consultorio que ocupaba en el Hospital Star Medica. La medida, tomada desde el día de ayer, responde a la gravedad del escándalo ético y al evidente daño a la imagen de la institución médica.
El caso estalló cuando se evidenció en redes sociales que el médico compartía fotografías de mujeres que acudían a consulta, sin su consentimiento, en un grupo privado. La reacción fue inmediata: denuncias públicas, repudio generalizado y un fuerte cuestionamiento a su conducta profesional. Lo que siguió fue una ola de exigencias para que el hospital tomara acciones contundentes.
Star Medica, al verse directamente involucrado en el escándalo, tomó la decisión de cesarlo, argumentando “la mala reputación del médico, la falta de ética profesional y el compromiso del hospital con el cuidado estricto de su imagen y principios institucionales”.
Las autoridades competentes y los colegios médicos deberán pronunciarse. Separarlo del consultorio no es suficiente. Urge que se investigue a fondo y, de ser necesario, se sancione con todo el peso de la ley.
Porque lo que está en juego no es solo la reputación de un hospital: es la seguridad, la privacidad y la confianza de miles de mujeres que acuden en busca de atención médica, no de humillación.