Un nuevo episodio de tensión y presunto abuso de autoridad envuelve al alcalde de Tinum, Evelio Mis Tun, quien —de acuerdo con versiones de testigos y fuentes policiacas consultadas— habría evadido un operativo de la Guardia Nacional en la carretera Valladolid–Pisté, insultando a los oficiales y huyendo posteriormente hacia el Palacio Municipal.
Según los reportes, durante un operativo de seguridad carretera, elementos de la Guardia Nacional le marcaron el alto al edil, quien conducía una camioneta particular. No obstante, lejos de colaborar con los agentes, el alcalde presuntamente aceleró la marcha e insultó a los oficiales, dirigiéndose de inmediato hacia la cabecera municipal.
Ya en el Palacio Municipal, el director de Seguridad Pública local, Ricardo Palma, intervino en la situación e —indican los testimonios— intentó impedir el paso de los federales al edificio. Este hecho generó un momento de tensión entre corporaciones y sembró dudas sobre la actuación de la policía municipal frente a un protocolo federal.
¿Qué dice la ley?
La conducta atribuida al alcalde podría encuadrar en diversas figuras legales relacionadas con el respeto a la autoridad y la función pública:
1. Desacato o desobediencia a la autoridad federal.
El artículo 150 del Código Penal Federal establece sanciones para quien se oponga o desobedezca a autoridades federales en el ejercicio de sus funciones.
2. Obstrucción de labores de seguridad pública.
La Ley de la Guardia Nacional, en su artículo 30, faculta a sus elementos para realizar revisiones y operativos carreteros. Impedir estas labores puede derivar en responsabilidad administrativa o penal.
3. Abuso de funciones por parte de un servidor público.
El artículo 220 del Código Penal Federal contempla sanciones para funcionarios que utilicen su cargo con el fin de obtener ventajas o evadir la ley.
Especialistas consultados señalan que, en caso de que se confirme la versión de los hechos, la Guardia Nacional tendría la facultad de presentar una denuncia o un parte informativo ante la Fiscalía General de la República.
El comportamiento del edil dejó inquietudes entre habitantes y automovilistas que presenciaron la escena. Entre las principales interrogantes que surgieron destacan:
¿Por qué no se detuvo ante un operativo federal? ¿El alcalde se encontraba en condiciones adecuadas para conducir? ¿Por qué buscar refugio en el Palacio Municipal? ¿La policía de Tinum actuó indebidamente al intervenir en favor del edil?
Hasta el cierre de esta edición, el Ayuntamiento de Tinum no ha emitido una postura oficial respecto al incidente.
La figura de Evelio Mis Tun ha estado previamente rodeada de controversias que han generado preocupación entre la población local. Entre los antecedentes mencionados por medios estatales se encuentran:
El intento de cambiar la sede del Ayuntamiento a Pisté, decisión considerada jurídicamente improcedente y que generó inconformidad social. Un operativo federal en el que fueron decomisados metales preciosos y dinero en efectivo, un caso que no fue esclarecido públicamente. Reiteradas acusaciones de actitudes prepotentes hacia ciudadanos y funcionarios estatales.
Estos antecedentes han contribuido a la percepción de que el alcalde actúa con impunidad, motivo por el cual este nuevo episodio ha provocado malestar entre los habitantes de Tinum.