En un movimiento que podría marcar el tono de los próximos desafíos fiscales del país, la agencia calificadora Moody’s ajustó la perspectiva de la calificación crediticia soberana de México, pasando de estable a negativa en el nivel Baa2. El cambio ocurre a solo unas horas de la entrega del Paquete Económico 2025, lo que eleva la presión sobre el gobierno y aumenta la incertidumbre económica.
Según Moody’s, esta modificación responde a una visión de debilitamiento en la formulación de políticas y del entorno institucional, lo que podría comprometer los resultados fiscales y económicos de México. “El cambio de perspectiva se debe a nuestra opinión de un debilitamiento de la formulación de políticas y del entorno institucional que corre el riesgo de socavar los resultados fiscales y económicos”, señala el comunicado emitido por la calificadora.
Además, la agencia enfatiza que el deterioro de la asequibilidad de la deuda y la creciente rigidez del gasto público han complicado la consolidación fiscal del país, sobre todo tras la expansión del déficit público en el presente año. Estas condiciones limitan las herramientas del gobierno para hacer frente a una posible desaceleración económica o manejar su deuda de manera sostenible.
La decisión de Moody’s de ajustar la perspectiva añade un elemento de tensión antes de que se presente el Paquete Económico 2025, ya que este documento revelará las previsiones de ingresos y gastos del gobierno para el próximo año y las estrategias para abordar los crecientes retos fiscales. Esta situación subraya la importancia de una política económica clara y sostenible que logre estabilizar la situación fiscal del país y ofrecer confianza a los mercados.
La calificación crediticia en nivel Baa2 es aún considerada grado de inversión, lo que implica un riesgo moderado, pero una perspectiva negativa incrementa la probabilidad de un recorte en el futuro, lo cual podría afectar la confianza de inversionistas y encarecer el financiamiento de la deuda pública.
Con esta advertencia de Moody’s, el gobierno mexicano enfrenta el reto de presentar un Paquete Económico que logre satisfacer las expectativas de sostenibilidad fiscal, fortalecer el entorno institucional y enviar señales de estabilidad a los mercados financieros internacionales.