En un escalofriante caso de maltrato animal, los ancianos Gerardo C.C. y María Alejandra S.M. enfrentan cargos penales por atar a cuatro perros “Malixes” y dejarlos morir de hambre y sed. A pesar de su avanzada edad, la pareja sometía a los animales a condiciones extremas sin proporcionarles comida, agua ni refugio.
Vecinos del fraccionamiento Tixcacal-Opichén denunciaron que los perros, reducidos a piel y huesos, sufrían constantes abusos. Cuando los animalitos lloraban, el anciano salía y los pateaba para silenciarlos.
La juez de control Silvia Pamela Cetina Bautista imputó y vinculó a la pareja por maltrato animal, pero los dejó en libertad debido a las condiciones de salud de los acusados: él tiene más de 70 años y ella está en silla de ruedas. Sin embargo, esto no impidió que ambos maltrataran a los indefensos animales.
La denuncia fue presentada por una mujer identificada como M.G.N.C. Los perros vivían atados, sin protección contra el sol y la lluvia, en la casa de la pareja en la calle 75-D entre 28 y 30 del fraccionamiento. Dos de los perros, un macho blanco con negro y una hembra café llamada “Chocolata”, quedaron anémicos debido a la falta de alimento y agua.
En el pasado, la pareja ya había tenido otros perros en condiciones igualmente deplorables. Los vecinos lograron rescatar a algunos, pero estos murieron poco después debido a su grave estado de salud.
La juez Cetina Bautista impuso a los ancianos medidas cautelares alternativas a la prisión, como firmar periódicamente, no salir del estado y someterse a vigilancia.