Las autoridades estatales investigan a Rodrigo Z., hijo de un conocido empresario yucateco, por su presunta participación en un intento de homicidio y violencia de género en contra de una mujer de la tercera edad, identificada como Sonia Lozano Bonilla, esposa del empresario Alberto Zahul Madahuar.
Los hechos: agresión en una clínica de la avenida Itzaes
De acuerdo con información obtenida de fuentes policiacas, los hechos habrían ocurrido a inicios de octubre en una clínica privada ubicada sobre la avenida Itzaes, en la colonia García Ginerés de Mérida.
Ese día, el empresario Alberto Zahul fue trasladado al hospital por sentirse mal de salud, acompañado por su esposa. Poco después llegaron sus hijos, quienes —según testigos— comenzaron a reclamar violentamente a la mujer por el estado del padre.
El principal agresor, Rodrigo Z., habría jaloneado y golpeado a la señora Lozano Bonilla, azotándola contra una pared y propinándole un cabezazo en la frente, causándole una herida cortante que tuvo que ser suturada en el mismo hospital.
Denuncia ante la Fiscalía y medidas de protección
La víctima presentó formal denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE), quedando asentada en la carpeta FGE/CJM/UNADT-2629/2025. Tras el reporte, la autoridad ministerial habría otorgado medidas de protección a la afectada, aunque aún no hay detenidos.
Los delitos que se investigan incluyen homicidio en grado de tentativa, violencia de género y despojo, ya que además de la agresión física, los hijos del empresario también habrían expulsado a la mujer de su vivienda.
Impunidad y vínculos de poder
De manera extraoficial, se sabe que los presuntos agresores —Rodrigo, Alberto y Luz María Zahul— pertenecen a una familia influyente en Mérida. Rodrigo, además, está casado con una integrante de la familia Cámara Díaz y reside en el exclusivo fraccionamiento Montecristo.
Fuentes cercanas al caso señalan que uno de los hermanos del agresor mantiene vínculos con el exgobernador Mauricio Vila, lo que habría generado preocupación entre ciudadanos por un posible manto de impunidad.
Defensa polémica: “triquiñuelas jurídicas” y versión manipulada
Según trascendió en los pasillos judiciales, Rodrigo Z. contrató al abogado Rafael Ramos, conocido por su influencia en tribunales locales. De acuerdo con comentarios que circulan entre litigantes, Ramos habría asegurado que “tiene la suficiente influencia ante el juez” y que usará triquiñuelas jurídicas para sacar adelante el caso.
La estrategia de la defensa, según esas mismas fuentes, consistiría en argumentar que la víctima se cayó sola en el hospital, intentando desacreditar la denuncia y minimizar la gravedad de las lesiones.

