El diputado federal chapulín Mario Peraza Ramírez regresó al PRI y adelantó que su estructura política en el Distrito 02 federal de Yucatán trabajará para fortalecer al tricolor, no para el partido Movimiento de Regeneración Nacional. Y lo hizo a 72 horas de externar su apoyo a la candidatura a la gubernatura de Joaquín Díaz Mena, así los giros de los chapulines yucatecos.
Y precisamente un chapulín, el senador Jorge Carlos Ramírez “El Gordo” Marín fue el causante del nuevo brinco de Peraza Ramírez, ya que el PVEM la rémora de Morena que lo llevó a la Cámara Baja en 2018 le había prometido la reelección, pero el lunes directivos del Verde le dijeron que esa candidatura será para Lilia Frías Castillo, brazo derecho del “Cerdito” Marín.
El domingo pasado, Mario Peraza presumió sus fotos abrazado con Ramírez Marín en el acto de inicio de campaña que encabezó Claudia Sheimbaun Pardo en el Centro de Convenciones Siglo XXI y el miércoles, el presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas ya le daba la bienvenida al PRI.
“¡Enhorabuena a Huacho Díaz Mena por su nombramiento como Coordinador de Defensa de la Transformación en Yucatán! La visita de la Dra. Claudia Sheinbaum marcó con entusiasmo el inicio de su precampaña.
Es fundamental priorizar el bienestar de #Yucatán sobre intereses personales. Con unidad, estoy convencido de que lograremos una auténtica transformación en nuestro hermoso estado. ¡Nuestro movimiento sigue avanzando!”, escribió el domingo en sus redes el corrupto legislador, acusado de beneficiar a la mafia inmobiliaria con el robo de amplia franja costera.
Así, el grupo político del gobernador Rolando Zapata Bello se empieza a mover para sacar jugo ante una inminente alianza local con el Partido Acción Nacional, ya que primero impulsó a Sergio Vadillo Lora, su exjefe de Gabinete acusado de blanquear miles de millones de pesos robados al erario yucateco en hoteles, centros comerciales, numerosos negocios y empresas “fantasma” que siguieron recibiendo contratos en el gobierno de Mauricio Vila Dosal.
Y luego, regresó a quien como director de Catastro (de septiembre de 2015 a junio de 2016) creó artificialmente los lotes catastrales de los terrenos nacionales, que luego aparecieron como parte del fundo legal de Dzilam Bravo, a fin de que el ayuntamiento de ese municipio los pueda vender, mediante las adjudicaciones gratuitas, a miembros de la “mafia inmobiliaria”.
El gobierno federal, a través de la Sedatu, detectó las operaciones de la mafia inmobiliaria en la costa yucateca, manejada por funcionarios rolandistas que robaron a Yucatán y al país una franja de 2.5 kilómetros de terrenos nacionales ubicados frente al mar, en Dzilam Bravo.
Las transacciones millonarias que se hicieron al margen de la ley fueron operadas por Mario Peraza mediante la “Inmobiliaria Uredi”, cuyo apoderado legal es Julio Ricardo Presuel Moreno, exsupervisor de administración y obras de la Japay, junto con su esposa Guadalupe González, ex directora administrativa de la Consejería Jurídica.
La Sedatu confirmó que son nacionales los terrenos que fueron inscritos ante el Registro Público y asentados en el Catrastro mediante maniobras legaloides.
